jueves, 20 de octubre de 2011

Tzegua

A lo lejos en la noche puedo ver esa silueta
Tan hermosa, tan delgada, tan noble belleza
Mi señora que me espera no se da nunca cuenta
De las veces que me revuelco con cualquiera en la maleza

Mi caballo me acompaña por el trillo oscuro
Perfecto para hacer mía la señorita de hermosas curvas
Abrirle sus piernas y que sepa quien es el hombre
Quizá acepte a ese tipo en este bosque

Pide ayuda con voz suave, camino a su casa
Seductora guiñe un ojo y me hace olvidar
El compromiso con mi costilla y mi dedo anular
La subo al caballo y camino buscando donde parar

Me abraza por la espalda y presiona seduciendo
Sus pequeños pechos juveniles contra mí
Haciéndome soñar con los próximos momentos
Cuando se entregue y quedemos allí

No aguantando más en la entrepierna
Decido frenar para besar su boca desconocida
Y empezar la rutina de todas las noches de bar
En que disfruto con cualquiera mi vida

Pero para sorpresa, yo que esperaba besar al ángel
Tenía el demonio abrazándome a mi cintura
Era la calaca de una yegua con ojos de fuego
Me botó del caballo y perdí mi cordura

Maldito infierno que me ha topado
Sus hermosas manos ahora son cascos que me maltratan
Su aliento a azufre me tortura hasta la muerte
Su relinchar presume ser lo que a la noche mata

Escapando con un segundo de distancia
Corro por el trillo perseguido por el mismo Lucifer
Gritando por mi vida, deseando ver los güilas
La choza y el abrazo de mi pobre mujer.

La luna es única testigo del espanto maligno
Hacen que a este hombre ya no se le vea tarde afuera
Logré escapar por piedad del divino Niño
A esa calaca de yegua, Tzegua.

martes, 5 de julio de 2011

Leyendas de Costa Rica: El Padre sin Cabeza

Pasado de copas subí a mi caballo
Que no me rechaza como el pueblo entero
Caminando entre la oscuridad de la cantina
A la casa donde ya nadie me espera despierto

Eran como las dos de la madrugada
Después de que me echara el cantinero
Donde ya el dinero no vale para un trago
Pero yo valgo por hombre y mujeriego

La luna nueva hacía más sombrío
Aquel trillo que para mi noche parece nuevo
No recuerdo nunca sus pasos pues es Amigo
Mi caballo, que me lleva como muerto en su cuerpo

De pronto sentí una pena tan honda en mi alma
Como mi pobre mujer tiene que sufrir mi desatención
No importa, pensé de nuevo
Mientras el viento corre a mi alrededor

Se escucha a lo lejos unas campanadas
El padre llama a misa tan temprano
Apenas para ir y dejarme llenar de fe
Será la condena para este borracho

Mi caballo brinca tan asustado y corre
Yo en el suelo lo miro alejarse tan rápido
¿Habrá visto al mismo Satanás?
Pendejo amigo, cambiare su nombre al rato

Sigo el repicar de aquella iglesia desconocida
Nunca en aquel trillo la había visto
Pero ahí esta entre los matorrales y palos
Sola para mi esperándome para empezar el rito

La luz tenue de la segunda hora de la madrugada
Unas velas apenas si alumbran su interior
Vacía de principió a fin solo el padre tocaba
Con el viejo órgano tonadas al Señor

No se por qué si era aquel momento casi santo
Un frío se apoderó de mis entrañas
Me temblaron las piernas, seguro era el guaro
Que nunca es bueno a las dos de la madrugada

Mis ojos cada vez más blancos de la impresión
Al divisar algo tan macabro como extraño
Aquella capucha café no cubre nada
Así como nada hay sobre su cuello humano

El demonio me ha topado en la casa sagrada
Para que tragos si el miedo no se quita igual
Correr o llorar, ser consumido por sus garras
¿Será una ilusión lo que veo o será real?

Contrario a lo que cualquier cuerdo hubiera hecho
Caminé hasta sus atrios esperando despertar
Pero mi corazón lóbrego sintió aquella
Presencia inquietante razón de maldad

Volviéndose aquel espectro maldito comprobé
Lo que a lo lejos solo parecía
Maldita hora en que lo mire
Maldita borrachera, maldita ermita.

Mutilado en el cuello, no se como gritaba
Con la voz del tártaro que le fortalecía
Corrí tan lejos como pude, orinado
Oloroso a excremento que me hice encima

No hablé por tres semanas desde aquel encuentro
Y guaro, a eso nunca más lo volveré a probar
Me llevó hasta la puerta del infierno
De la que no se como pude escapar

Cuentan que me encontraron en un trillo
Inconsciente y perturbado, indican con certeza
Huyendo, gritando como condenado al fuego eterno
Sufriendo aquel encuentro con el Padre sin Cabeza


sábado, 2 de julio de 2011

El Interior de un Alma Comprada

Intento recordar a lo lejos
Algo que me ayude a justificarme
Pero no puedo...

¿Como callar las voces del alma?
¿Seran demonios escondidos
Todos aquellos que gritan y piden
Lo que nunca más veran?

¿No se si soy lo suficiente fuerte
Como para vencer la sed que tengo
O tan vil y tan débil 
Como para no ser quien realmente soy?

¿Será que soy oscuro y que elijo brillar?
¿Que las cataratas de mis ojos puedo secar?
Creo que sé lo que es estar muerto
Soy así, muerto, no puedo aparentar.

Intento recordar a lo lejos
Que fue lo que me hizo cambiar
Si puedo...